Barbarismo, según el punto de vista normativo reflejado en el Diccionario de la lengua española (DRAE) de la Real Academia Española (RAE), «es una incorrección que consiste en pronunciar o escribir mal las palabras, o en emplear vocablos impropios».El concepto de barbarismo puede también incluir extranjerismos no incorporados totalmente al idioma; se trata de un caso particular de barbarismo en su primera acepción.
Los barbarismos pueden ser prosódicos, morfológicos y sintácticos, según afecten a la prosodia, morfología o sintaxis.
Los barbarismos acaban a veces siendo aceptados por los órganos reguladores normativos, ya que su uso se generaliza a todos los registros e incluso a la literatura; p. ej.: control, hoy aceptado y antiguamente considerado barbarismo.
- accesar por acceder
- aereopuerto o areopuerto por aeropuerto
- aigre por aire
- ambos dos por ambos
- amolestaciones por amonestaciones
- andé por anduve
- bisted por bistec
- cabo por quepo (del verbo caber)
- captus por cactus
- cóptel por cóctel
- cobete por cohete
- delicuente por delincuente
- dentrar por entrar
- descambiar por cambiar (cuando se refiere a dinero)
- descomponido por descompuesto
- dividible por divisible
- embraye, embrage, o embriague por embrague
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