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miércoles, 19 de febrero de 2014

Les Falles



 LES FALLES


La víspera de San José se encendían hogueras para anunciar su festividad, recibiendo esa práctica ritual el nombre de falla.

La versión popular del origen de las fallas según el Marqués de Cruïlles, fueron iniciadas por el gremio de carpinteros que quemaban en la víspera del día de su patrón San José, en una hoguera purificadora, las virutas y trastos viejos sobrantes, haciendo limpieza de los talleres antes de entrar la primavera. Además, quemaban sus "parots" (estructuras de las que colgaban los candiles que les daban luz) puesto que con el fin del invierno y la llegada de la primavera, y al hacerse los días más largos, ya no eran necesarios. Según esta teoría, la inventiva popular le dio forma humana a estos parots. Esta leyenda romántica del origen de la fiesta contrasta con la documentación conservada en el Gremio de Carpinteros, que no cita la construcción de fallas en su víspera, sino la festividad religiosa del propio día 19.

Existen otros autores que intentan encontrar un origen más antiguo a la fiesta, defendiendo que el culto al fuego es un ritual de tradición pagana, como ocurre con otras festividades como San Antón, San Juan, San Miguel o la Navidad en diversos puntos de la geografía española, en donde también se queman hogueras en su víspera. Según esta teoría, las Fallas son una evolución de este arcaico ritual que anuncia la entrada de la primavera.

La primera información que tenemos sobre las Fallas data de mediados del (siglo XVIII), 1740. Algunas de las miles de hogueras que se encendían en las calles de Valencia se denominaron fallas. Eran monumentos satíricos y burlescos en los que se exponían a la vergüenza pública y se quemaban simbólicamente personas y situaciones de la calle o barrio donde se plantaba la falla.En su construcción participaban los vecinos de cada calle. Se empezaron a incorporar carteles alusivos a algún personaje conocido del barrio. Además, los niños iban de casa en casa pidiendo "una estoreta velleta" (una alfombra vieja), que se convirtió en un canto popular para recoger todo tipo de muebles y utensilios viejos para quemarlos junto a las fallas. En esta época, las fallas eran cajones altos con tres o cuatro muñecos vestidos con ropas de tela, y con caretas de cartón o las manos y caras de cera.

Con la creación de los premios a las fallas más artísticas, en 1895 por Lo Rat Penat y desde 1901 por el Ayuntamiento, las fallas fueron abandonando progresivamente la sátira para centrarse en su vertiente más artística, empezando las comisiones falleras a contratar artistas y artesanos que darán paso a la posterior especialización en la profesión del Artista Fallero. Posteriormente, los artesanos incorporaron un nuevo procedimiento: la reproducción de moldes en cartón piedra. La creación de la falla fue evolucionando hasta la actualidad, donde la mayoría de monumentos están compuestos de poliestireno expandido ("porexpán"), corcho blando fácilmente moldeable con sierras de calor y le aporta más brillo a la pieza. Así el arte de las fallas ha generado monumentos de mayores dimensiones con remates que rozan los 30 metros de altura.

Hoy las fallas mueven cerca un millón de turistas anualmente. Se plantan 385 monumentos en la ciudad de Valencia y más de 250 en el resto de la provincia.
El Gremio Artesano de Artistas Falleros subsiste como entidad encargada de enseñar el antiguo oficio de producción de monumentos falleros. La Junta Central Fallera es la entidad que organiza la fiesta y la mantiene viva durante todo el ejercicio fallero.

Falles fora de valencia

Las fallas son unas fiestas oriundas de la ciudad de Valencia, aunque con el paso de los años han comenzado a celebrarse a una gran cantidad de municipios de la Comunidad Valenciana, e incluso de fuera de ella. De este modo, en la provincia de Valencia es donde se concentran el mayor número de monumentos y comisiones falleras fuera de los límites de la ciudad, entre las cuales se encuentran las fallas de las localidades de Alacuás, Albal, Albalat de la Ribera, Albalat dels Sorells, Alberique, Alborache, Alboraya, Albuixech, Alcácer, Alcira, Alcudia de Crespins, Aldaya, Alfafar, Alfara del Patriarca, Algemesí, Alginet, Almácera, Almusafes, Benaguasil, Benetúser, Benicarló, Benifaió, Beniparrell, Bétera, Bonrepós y Mirambell, Buñol, Burjasot, Carcagente, Carlet, Casinos, Catarroja, Chiva, Cheste, Cuart de poblet, Cullera, El Puig, Foyos, Gandía, Godella, Godelleta, Jaraco, Játiva, La Eliana, Liria, Loriguilla, Lugar Nuevo de la Corona, Manises, Masamagrell, Masanasa, Meliana, Mislata, Moncada, Monserrat, Montroy, Museros, Náquera, Oliva, Paiporta, Paterna, Picaña, Picasent, Poliñá de Júcar, Puzol, Ribarroja del Turia, Rocafort, Sagunto, Sedaví, Silla, Sueca, Tabernes de Valldigna, Tabernes Blanques, Turís, Torrente, Utiel, Vinalesa, Villamarchante, Chirivella, etc.

En las provincias de Castellón y la Alicante se celebran las fiestas falleras en diversas poblaciones, entre las que cabe destacar las comisiones de Benicarló, Burriana o Vall de Uxó en Castellón y Denia, Elda, Pego y Benidorm en Alicante. Fuera de la Comunidad Valenciana, se planta cada año desde 1962 una falla en la población madrileña de Getafe, así como desde el año 1982 en la localidad jienense de Mancha Real, ya que es una localidad con una gran industria del mueble. Del mismo modo, en Calviá (Mallorca), se planta la falla "El Toro" desde el año 1994. También en Ibiza en San Antonio del Portany la Asocicion Cultural Valenciana Sant Antoni del Portmany celebra sus fiestas Josefinas. A esto hay que añadir, que en 1989 se plantó de manera ocasional una falla en la ciudad de París. Fuera de Europa, desde 1954 la Unión Regional Valenciana de Mar del Plata celebra su Semana Fallera , que constituye una suerte de cierre no oficial de la temporada turística de verano.








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